Seguro que muchos de vosotros ya habéis oído hablar de
ellos, los proxys. Pero probablemente no sepáis exactamente qué son o para qué
sirven. Por eso, me gustaría dedicar el post de hoy a explicarlo.
Un proxy es un servidor que actúa como intermediario entre
el usuario y la red de Internet. Para que lo entendáis mejor, cuando un usuario
navega utilizando servidores proxy, la navegación no la realiza directamente
con la red general que utilizan los usuarios normalmente, sino que el usuario,
para acceder a un sitio web, pasa por el proxy, el cual se configura como el
encargado de solicitar la información a la página.
Es decir, la conexión directa entre el usuario y la red no
existe, es el proxy el que navega en nombre del usuario.
De esta forma, la IP del usuario no es descifrada por
ninguna de las páginas web que este visita, sino que el usuario navega de
manera anónima, mostrándose únicamente la IP del proxy que se está utilizando.
Es por esto por lo que se dice que usando proxys, se navega de forma anónima.
¿Y esto qué ventajas tiene?
Por un lado, el hecho de navegar de manera anónima tiene
diversas ventajas, todas ellas relacionadas con la posibilidad de saltarse
restricciones de sitios web. Hay páginas que bloquean el acceso a determinadas
IP por diferentes motivos, estén o no justificados. Utilizando proxys se puede
evitar esto y se puede conseguir acceder a todas las páginas web sin
restricción alguna.
Por otro lado, al margen de la navegación oculta, el hecho
de navegar con proxys ofrece una mayor seguridad, ya que nadie puede seguirte
el rastro ni obtener información adicional sobre tu navegación y/o ubicación y,
además, también es posible navegar a una mayor velocidad.
Además, comprar proxys con IP española es cada vez más
sencillo, ya que existen ya numerosas empresas de venta de proxys españoles.